domingo, 6 de enero de 2013

Sacramento de la Santa Confesiòn.




DE LA PENITENCIA 
673.- ¿Qué es el sacramento de la Penitencia? - La Penitencia, que se llama también Confesión, es el sacramento instituido por Jesucristo para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo. 

674.- ¿Por qué se da el nombre de Penitencia a este sacramento? - Se da el nombre de Penitencia a este sacramento porque para alcanzar el perdón de los pecados es necesario detestarlos con arrepentimiento, y porque quien ha cometido la culpa debe sujetarse a la pena que le impone el sacerdote. 

675.- ¿Por qué este sacramento se llama también Confesión? - Este sacramento se llama también Confesión porque para alcanzar el perdón de los pecados no basta detestarlos, sino que es necesario acusarse de ellos al sacerdote, esto es, confesarse. 

676.- ¿Cuándo instituyó Jesucristo el sacramento de la Penitencia? - Jesucristo instituyó el sacramento de la Penitencia el día de su Resurrección, cuando en el Cenáculo dio solemnemente a sus Apóstoles la facultad de perdonar los pecados.

 677.- ¿Cómo dio Jesucristo a los Apóstoles la facultad de perdonar los pecados? - Jesucristo dio a los Apóstoles la facultad de perdonar los pecados soplando en ellos y diciendo: “Recibid el Espíritu Santo; a los que perdonareis los pecados les serán perdonados, y a los que se los retuviereis les serán retenidos”. 




678.- ¿Cuál es la materia del sacramento de la Penitencia? - La materia del sacramento de la Penitencia se distingue en remota y próxima. La materia remota son los pecados cometidos por el penitente después del Bautismo, y la materia próxima, los actos del mismo penitente, a saber: la contrición, la acusación y la satisfacción.
 679.- ¿Cuál es la forma del sacramento de la Penitencia? - La forma del sacramento de la Penitencia es ésta: “Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu Santo. Amén”. 
680.- ¿Quién es el ministro del sacramento de la Penitencia? - El ministro del sacramento de la Penitencia es el sacerdote aprobado por el Obispo para oír confesiones. 
681.- ¿Por qué habéis dicho que el sacerdote ha de estar aprobado por el Obispo? - El sacerdote ha de estar aprobado por el Obispo para oír confesiones, porque para administrar válidamente este sacramento no basta la potestad del orden, sino que es necesario, además, la potestad de jurisdicción, o facultad de juzgar, la cual ha de darla el Obispo. 
682.- ¿Cuántas son las partes del sacramento de la Penitencia? - Las partes del sacramento de la Penitencia son la contrición, confesión y satisfacción del penitente y la absolución del sacerdote. 
683.- ¿Qué es la contrición o dolor de los pecados? - Contrición o dolor de los pecados es un pesar del ánimo por el que detestamos los pecados cometidos y proponemos no hacerlos en adelante. 
684.- ¿Qué quiere decir la palabra CONTRICIÓN? - La palabra contrición quiere decir rompimiento o despedazamiento, como cuando una piedra se rompe y hace añicos. 
685.- ¿Por qué dais el nombre de contrición al dolor de los pecados? - Doy en nombre de contrición al dolor de los pecados para significar que el corazón duro del pecador en cierto modo se despedaza por el dolor de haber ofendido a Dios. 
686.- ¿En qué consiste la confesión de los pecados? - La confesión consiste en la acusación distinta de nuestros pecados hecha al confesor para que nos dé la absolución y la penitencia. 
687.- ¿Por qué la confesión se llama acusación? - La confesión se llama acusación porque no ha de ser una relación cualquiera, sino una verdadera y dolorosa manifestación de los propios pecados. 
688.- ¿Qué es satisfacción o penitencia? - Satisfacción o penitencia son aquellas preces u otras obras buenas que el confesor impone al penitente en expiación de sus pecados. 
689.- ¿Qué es absolución? - Absolución es la sentencia que el sacerdote pronuncia en nombre de Jesucristo para perdonar los pecados al penitente. 
690.- ¿Cuál es la parte más necesaria del sacramento de la Penitencia? - La parte más necesaria del sacramento de la Penitencia es la contrición, porque sin ella no podemos alcanzar el perdón de los pecados, y con ella sola, cuando es perfecta, podemos alcanzar el perdón, con tal que juntemos el deseo, al menos implícito, de confesarnos. 
2º.- De los efectos y de la necesidad del sacramento de la Penitencia y de las disposiciones para recibirlo provechosamente 
691.- ¿Qué efectos produce el sacramento de la Penitencia? - El sacramento de la Penitencia confiere la gracia santificante con que se nos perdonan los pecados mortales y aun los veniales que confesemos y de que tenemos dolor; conmuta la pena eterna en la temporal, y de ésta, además, perdona más o menos, según las disposiciones; restituye los merecimientos de las buenas obras hechas antes de cometer el pecado mortal; da al alma auxilios oportunos para no recaer en la culpa y devuelve la pez a la conciencia. 
692.- ¿Es necesario a todos para salvarse el sacramento de la Penitencia? - El sacramento de la Penitencia es necesario para salvarse a todos los que después del Bautismo han cometido algún pecado mortal. 
693.- ¿Es bueno confesarse a menudo? - Es muy bueno confesarse a menudo, porque el sacramento de la Penitencia, fuera de borrar los pecados, da gracias oportunas para evitarlos en adelante. 
694.- ¿Tiene el sacramento de la Penitencia virtud de perdonar todos los pecados, por muchos y enormes que sean? - El sacramento de la Penitencia tiene virtud de perdonar todos los pecados, por muchos y enormes que sean, con tal que se reciba con las debidas disposiciones. 
695.- ¿Cuántas cosas son necesarias para hacer una buena confesión? - Para hacer una buena confesión, cinco cosas son necesarias: 
  • 1ª., examen de conciencia
  • 2ª., dolor de haber ofendido a Dios
  • 3ª., propósito de no pecar en adelante
  • 4ª., acusación de los propios pecados
  • 5ª., satisfacción o penitencia. 

Oracion antes del examen de conciencia:
¡Ay de mí! ¿Qué hice? Ofender a un Dios que me ha creado, que me ha redimido con su sangre preciosa y diariamente me está colmando de beneficios... ¡Cuánta ingratitud! ... Obrar contra la razón y la propia conciencia; pecar con tanto conocimiento... ¡Cuánta malicia!... Por un vil gusto o interés, perder la paz del corazón y hacerme reo del infierno... ¡Cuánta locura!... Y ¿no habrá remedio para mí?... Sí; Dios es misericordioso con los que se arrepienten. Y ¿no le pediré perdón?... ¿No propondré la enmienda?... ¿No trataré de huir de las ocasiones o peligros próximos de pecar?... ¿No me confesaré?... Si, lo haré ahora mismo con firme resolución y propósito de la enmienda.


Oración Preparatoria para la Confesión


Dios mío, soberano Juez de los hombres, que por una misericordia infinita no quieres la muerte del pecador, sino que con su penitencia evite tus terribles juicios, yo me presento humildemente ante Ti para darte cuentas del estado de mi alma, y acusarme a tus pies de las faltas tan numerosas que he cometido desde mi última confesión.
Dame Señor te suplico, las luces que necesito para conocerlas, el valor necesario para detestarlas.
¡ Oh María ! concebida sin pecado, ruega por nosotros que acudimos a Tí.
San José, santo Custodio mío, mis santos patronos, santos Protectores asístanme.

Aquí se examina la conciencia sobre las faltas cometidas por pensamiento, palabra, acciones y omisiones; detenerse particularmente en los pecados que cometemos con más frecuencia.

ORACIÓN PARA EXAMINARSE BIEN

Santísima virgen María, Madre mía, dignaos obtenerme un verdadero dolor de haber ofendido a Dios, el firme propósito de corregirme, y la gracia de hacer una buena confesión.
DESPUES DE LA CONFESIÓN

Se debe cumplir sin demora con la penitencia impuesta por el sacerdote.
No se debe olvidar agradecer a Dios por la gran gracia del perdón recibido. Sobre todo, no hay que dejarse llevar por los escrúpulos. Si el demonio intenta preocuparnos o confundirnos, no debemos discutir con él. Jesús no ha instituido el Sacramento de la Penitencia para torturarnos, sino para liberarnos.
Lo que nos pide, a cambio de su amor, es una gran lealtad al acusarnos de nuestras faltas (especialmente de las graves) y de la sinceridad al prometer evitar realmente todas las ocasiones de pecado.
Esto es lo que acabamos de hacer. Agradezcamos a Nuestro Señor Jesucristo y a su Santísima Madre: “Ve, y no peques más”.
“Señor, abandono mi pasado a vuestra misericordia, mi presente a vuestro amor, mi futuro a vuestra providencia” (SantoPadre Pío de Pietrelcina).


Fuentes:Apostolado Eucaristico
http://ar.oocities.com/doctrina_catolica/catecismos/catecismo_pio_10.html (Primera parte)

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